Tengo sobre mí una sombra negra que no me deja ver nada.
Estoy alunizada.
Mi sol se hace pequeño y blanco, se solidifica.
Yendo hacia adelante y hacia atrás, desmoronándome.
Expandiéndome y contrayéndome a la vez. Atenazada.
Mi corazón es una canaleta llena de agua, que se desborda.
Me caigo y me levanto.
Siento espanto. Espanto del mundo. Me miro y no me reconozco. Soy una crisálida. No se que saldrá de mi. Tengo una costra de hueso que no me deja ver ni la luz, ni el futuro. Podría pasarme cualquier cosa. Podría ser cualquier cosa, y nada me sorprendería. Estoy disparada al mundo, y no puedo parar. Mi aterrizaje no depende de mí. Soy una bala de plomo con un destino parabólico e impredecible. Una niña-bala.
Allá voy.
Sol
PD (Desde aquí, "la depresiva del mes", transmitiendo por toda la cadena nacional, la cadena del baño, la reacción en cadena, la cadena de los supermercados, mi cadena de oro interior, la ropa interior que ya no me puedo poner sin llorar del espanto)
lunes, 7 de diciembre de 2009
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3 comentarios:
¡Qué no pinte el bajón, Solcita!
Srta. Creo que le compito!!!
sol,espero hayas superado el mal momento,si te hace sentir bien te queria decir algo que no lo escribi;me gusta tu dedo gordo de el pìe derecho que se ve en una foto.
Un beso y que andes bien.
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