miércoles, 31 de diciembre de 2008

Al borde del año nuevo.

Luego de un largo período de aletargado enamoramiento que me dejó sin aire y completamente impresionada por la fuerza que el amor puede llegar a tener sobre todas las cosas de la vida, comienzo nuevamente a sentir el impulso de escribir. No, no he parado de escribir un año entero. Incluso en este momento estoy terminando un nuevo texto para montar, que pienso comenzar a ensayar el año que viene. Parece que se llama "Ostende", y tiene tres personajes. Lo que digo es que nuevas aguas parecen empezar a moverse adentro mío luego de un tiempo de acumulación. Es un plasma nuevo, nuevas formas, que no se parecen a nada a lo que venía escribiendo. Algo en tercera persona, muy raro en mí. A veces siento la necesidad de hacer un taller de escritura narrativa, lisa y llanamente. Por más que esté dentro de mis intenciones entrar al taller de dramaturgia que la EMAD abre cada dos años, y cuyo docente de taller es Mauricio Kartún, presiento que es hora de empezar a probar (también) con otras drogas literarias. Me encantaría poder escribir una novela, pero francamente, no se cómo carajo se hace. No creo poder escribir ninguna por el momento. Supongo que de escribir una novela, esta aparecerá sin que me de cuenta, como apareció la dramaturgia. Aún hoy no se por qué se me dio por escribir teatro y no otra cosa, poesía por ejemplo. Por ahí fue que mi primer taller fue de dramaturgia, entonces empecé por ahí, simplemente. Cuando me preguntan "¿Qué escribís?" yo no dudo nunca, digo "Teatro" Y apenas pronuncio esa palabra omnisciente me pregunto ¿Por qué estaré tan segura? ¿Puedo asegurar que escribo teatro? Y finalmente, me pregunto: ¡Por qué será que estoy escribiendo teatro!
Por ahí es que en estas mini vacaciones que me estoy tomando, antes de terminar mi tesis (a la cual quiero terminar en enero y defender en febrero), me puse a leer "El Pasado", de Alan Pauls, novela que hace tiempo me tenía prometida (el libro lo compré en abril y no lo había tocado porque decía "No, primero la tesis") y que no me dejaba descansar tranquila. Y al leer una novela que me gusta, automáticamente me dan ganas de escribir una novela.
Así que ahora ando muy enganchada con Alan Pauls. Veo a los hermanos por televisión. Pienso que su apellido es casi el nombre de mi novio. Mi novio, su padre, y el padre de su padre se llaman igual. Y hasta hace dos días estuve leyendo la novela de Pauls rodeada de Pauls por todas partes.
Como decía, estuve 6 días en Córdoba. Jugué ping pong sin parar. Me encanta el ping pong, y no lo sabía. Conocí a la familia, comimos mucho, recibimos regalos. Descansé como nunca, la casa es fresca y verde como la sombra de un lago. Me sentaba a leer la novela por todas partes. Me sentí comodísima, volví serena, serenísima, los tobillos picados por el pasto. El día que me fui me puse triste.
Mi romance con P fue fortuito y apasionado. Un segundo antes, un segundo después, y podría no haber sucedido. Una serie de encuentros casuales, atrevidos, los dos yendo hacia adelante en una niebla primaveral.
Escribo teatro y salgo con P, y soy muy feliz haciendo eso. Pero no puedo dejar de pensar que el azar me llevó ello, violento e inevitable, como el amor que siento por mi P querido.
Como dije hace más de un año en algún post anterior: A mí no me llegó la primavera, me atropelló un camión con acoplado Córdoba-Capital.


(P y yo, en la delgada línea Noche buena-Navidad.)

5 comentarios:

Fishboy dijo...

tenga ud un feliz dosmilnueve gaviot, que siga todo joven e impredecible como una primavera demente.

abracito amiguit

Anónimo dijo...

Que bonito lo que ha escrito. me ha tocado. Yo ahora estoy en Córdoba tratando de escribir una novela y fallando miserablemente. ¿sera que me falta esa energia maravillosa del amor? Acabamos de hacernos amigos en el FB, estaba pensando en hacer su taller de dramaturgia pero ahora creo que me es imprescindible.
Aprenda piano siii! yo estoy aprendiendo Teatro a los 32 años asi que todo es posible...

Marchante dijo...

Srta!
Cuando hace un año leí eso, pensé que tenía un crash por enamoramiento pasajero... es refrescante que todavía persista en usted esa sensación. Me pone muy contenta
Besotes!

Lucas dijo...

Que bueno ver que hay otra Seoane que triunfa! :P
Saludos.

Mercadito de barrio dijo...

ah! yo me crucè el otro día a alan pauls en uruguay. Me gusta mucho cómo escribe. El último que leí se llama "la vida descalzo" y es un libro bello bello.