miércoles, 24 de marzo de 2010

Geissler Zeitz

Hace ya más de un mes que me he proletarizado, y me levanto a las 6:30 de la mañana, y trabajo de ocho a cinco. Luego, hago toda la vida que hacía antes: Ensayo 2 veces por semana mi obra nueva, ensayo con Miguel su obra nueva, voy a piano, voy a nadar 3 veces por semana, doy clase de escritura. A veces mi día termina a las 23 hs, todo el día de corrido. Los sábados, ocupados. De 13 a 18:30 ocupados.
A pesas de mi agitada vida, estoy contenta. La mañana se desenvuelve sobre la ventana, y yo la veo venir. El sol da sobre las paredes de mi casa como si fuera mediodía, aunque son las 7 de la mañana.
Y después voy al estudio, y abro las puertas para que todos esos ingenieros y arquitectos puedan salir (entrar) a jugar. No puedo decir que soy la que cierra y la que apaga la luz, porque siempre queda gente, pero si soy la que inaugura cada día de ese estudio/casa de Congreso. Le pongo café a la máquina, le saco los candados a las ventanas. El sol también da fuerte en el pasillo del estudio/casa, es un pasillo al aire libre, se ve todo el revestimiento metálico de las terrazas. Los techos son altos y el corazón es grande. A la madrugada el viento es fresco y verde, como si Buenos Aires fuera una ciudad costera y pequeña a la orilla del mar.
El otoño a llegado y con él mi piano. Tiene nombre. Se llama Geissler Zeitz. Es grandote y alemán, caoba. Por ahora, mi único romance del momento. Me gusta sobre todo como suena grave. Mi primer piano.
Toda mi vida quise tener un piano, toda la vida quise uno conmigo. Cada vez que puedo, me pongo a practicar. Mi gato se volvió loco con el piano, lo usa para todo, para frotarse, para dormir. Cuando toco se pone a maullar, se da la cabeza contra las cosas. Está loco mi gato.
El otoño a llegado, y como todos los otoños, contiene en sí la promesa del invierno. Pero será un invierno apasionante. Un invierno de estrenos y ensayos a todo o nada. De caída libre.
Como me gustan esas cosas a matar o morir.
Soy terrible.

7 comentarios:

Diego dijo...

Te felicito por la proletarización feliz que has conseguido, lo más difícil del mundo.

¿Todavía no te tiró onda ningún ingeniero y/o arquitecto? A eso le tengo más miedo que al trabajo rutinario... Mirá si te terminan convirtiendo en una Maru Botana... Ojo al piojo... He visto caer a las más rebeldes en esas telarañas...

Me alegra que por el momento sigas con tus crónicas biográficas.

Un beso.

Anónimo dijo...

Vos sos..la más linda

la Dama sol dijo...

si?
y entonces dime
espejito, espejito

quién es la más bella?

mas sano q el quaker dijo...

sos vos

Anónimo dijo...

Además de la más linda, la más "leída", la que más leyó

Cristian dijo...

Yo vendi un Geissler Zeitz hace 4 anios, suenan muy bien, y tambien estaba enamorado de el, me rompio el corazon... :(

la Dama sol dijo...

Anónimo: Creeme que hay muchas más chicas que leyeron más que yo eh, jaja

Cristian: En serio? Mirá si es el mismo...