domingo, 8 de abril de 2007

Que flor de puñotes que tenés

Tenés unos puños enormes, como un corazón de vaca, o de caballo. Son dos grandes pedazos de carne huesudos, pesados, borboteantes, apoyándose contra una mesa o la pared de un pasillo. Húmedos como lonja de carne cruda recién cortada.
Cuando te cruzo por ahí, como quiera que te llames, y veo tus puños encarnados en tus brazos, en tus hombros, en tu torso, soy la más volcánica, henchida, osada, en vías de extinción, impune, voraz, jurásica, mutilada de las hijas deformes del infierno. No hay parte de mí que no se inmole, que no se entregue a tu carnicería, hecatombe, ofrenda para tus puños de oro y piedra de sal.
Ahora que te tengo frente a frente, encontrados a la fuerza por el sino loco, decirte quiero que te pienso purpúreo entre las reses de una carnicería, diciendo mi nombre. Estimulada por tus puños, corazón de vaca. No me alcanza el cuerpo para soportar tanta imaginación. Necesito dos o tres cuerpos más. Mi cuerpo es un cuerpo revolucionario, quiere salir como una estampida de agua por mi boca, hasta reventarme las mandíbulas. Porque quiero que vos, como quiera que te llames, me revientes la mandíbula, quiero que comprimas esos pedazos de falanges que tenés, ese matambre de micromúsculos en los dedos y me golpees la cara, de un saque, de un solo movimiento, corazón de vaca, quiero que me revientes.

2 comentarios:

ECADEQUEIROZ dijo...

este post me parece muy interesante.

besos.

defecto föhn dijo...

qué loco que eça también haya pasado por acá. estuve leyendo algunos posts (y releyendo otros, ya conocía tu blog). me gusta, "me parece muy interesante", como dice mon ami. especialmente este post, el anterior -los menos comentados, ¿por qué?- y la serie bleu de fotos. sos creativa. sos egocéntrica. te gusta dostoievski. bien, bien, bien. lo de afuera se destila adentro y el adentro se proyecta en la pared del afuera, ¿no es así?.