en estas vacaciones engordé 3 kilos

¡malditos trastornos de la alimentación!

hoy un queso gruyere se me interpuso en mi camino

maldito, puto, queso gruyere

además está re caro, el queso gruyere

me fui a la Patagonia y me tragué toda la cerveza regional del lugar y comí todas las frambuesas y las cerezas y las moras de los arboles y entré en un lugar de comida local y cené y pedí postre y después un vino fuimos todos a la casa de mi tío y meta que meta el asadito y para qué están las mañanas del Bolsón si no son para desayunar con un

EXQUISITO DESAYUNO BOLSONÉS

panes caseros mermelada manteca chocolate más frambuesas frambuesas frambuesas

vomitar?

No.

Ya no. Pero qué ganas.

Los trastornos siguen, luego de siete años consecutivos!!
(por favor felicítenme)

por lo general en mi vida aprendí (me enseñaron) a sobrellevar las dificultades, a enfrentar, a arriesgarme, a tomar decisiones. Pero esto es algo que aún no puedo resolver. Es como el alcohol para Harold Pinter (amore mio).
Eh... no, claro... no es que me esté comparando con Harold Pinter.

con mis 58 (ya no 55) kilos me paseo por las calles la brea el asfalto de buenos aires

me voy al teatro. Así se me pasa la vida, en el teatro.

Me tomo un café con edulcorante

me paseo por las calles de buenos aires y pienso que ya es tiempo (ya sería hora) de enamorarme. De pasar mi tiempo (compartir mi tiempo, compartirme) con alguien. Pienso que ya sería hora, pero por ahora ninguno me convence.

Podría hacer una lista, pero no.

Me voy a morir de los amores de verano. Sofocantes.

A veces veo a los hombres y pienso que lo único que quiero es hacerles el amor. Y después adiós adiós ¡esfúmate! diganme para qué sirve vivir así

¿inadaptada yo? naaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhh.

Es normal, a un montón de gente le pasa ¿o no?

si, ya sé, soy demasiado libidinosa. Y no me sirve para nada.

Sólo se abrir la puerta para ir a jugar. Y después, no los puedo ni mirar a la cara.